Envíe un mensaje de texto con su código postal a GETVAX (438829), para inglés, o a VACUNA (822862), para español, y recibirá tres posibles lugares de vacunación de su área con números de teléfono a los que llamar para pedir una cita.
Si necesita ayuda para usar el mapa o no tiene acceso a Internet, llame a la línea directa del Departamento de Salud de PA al 1-877-724-3258.
FDA y CDC autorizan refuerzos adicionales para ciertas personas
Si tiene síntomas de COVID-19, hágase la prueba para saber si tiene el virus, especialmente si ha estado en contacto con alguien infectado. Para aquellos que ya han recibido todas las dosis, la guía de los CDC solo recomienda que se haga la prueba si ha tenido una exposición conocida a alguien con COVID-19.
Los síntomas de la COVID-19 incluyen fiebre, tos, falta de aire o dificultad para respirar, escalofríos, dolor muscular, dolor de cabeza, dolor de garganta y pérdida reciente del gusto u olfato.
Para obtener más información sobre los síntomas de COVID-19 y para encontrar sitios de pruebas cercanos a su domicilio, visite PA.GOV/COVID.
Las vacunas son la mejor manera de protegerse contra la COVID-19. Todas las personas de 5 años y mayores pueden recibir la vacuna contra la COVID-19 en Pensilvania.
Qué llevar a su cita de refuerzo
En su primera cita de vacunación, usted debería haber recibido una tarjeta de registro de vacunación de COVID-19 de los CDC que le indica qué vacuna contra el COVID-19 recibió, la fecha en que la recibió y dónde la recibió. Traiga esta tarjeta de vacunación a su cita de vacunación de refuerzo.
Si perdió o no recibió la tarjeta de registro de vacunación contra el COVID-19 de los CDC en su primera cita, comuníquese con el centro de vacunación donde recibió su primera vacuna para averiguar cómo puede obtener una tarjeta. También puede ponerse en contacto con el Departamento de Salud de Pensilvania para solicitar sus registros de vacunación.
Pregunta de la semana
Si necesitamos una dosis de refuerzo, ¿las vacunas funcionan?
Sí. Las vacunas contra el COVID-19 están funcionando bien para prevenir enfermedades graves, hospitalizaciones y muerte. Sin embargo, los expertos en salud pública están comenzando a ver una menor protección con el paso del tiempo contra enfermedades leves y moderadas, especialmente en ciertas poblaciones.